domingo, 6 de marzo de 2011

Vieja y nueva política

                  Como si oyéramos llover. Esa es la impresión que nos provoca a los ciudadanos las palabras y las propuestas de los que han gobernado la ciudad de Benavente durante los últimos años. Son extraterrestres.  Se ocupan de cosas que no nos interesan y cuando se ocupan de lo que realmente nos importa lo gestionan al margen de la racionalidad y la ética.
                  Esta forma de hacer política suele buscar distanciarse de la gente y hacer creer que ninguna otra forma de gestión es posible; y que lo que se hace es lo que se puede hacer y nada más. Igualmente trata de hacer calar en nuestras cabezas la idea de que solamente los que la hacen son los que la pueden hacer. Pues bien, no han tenido éxito.
                  Han sido suficientes unas semanas sondeando la opinión de los vecinos, de las trabajadoras, de los comerciantes, de los jóvenes de Benavente para llegar a la conclusión de que el hartazgo con esa forma de hacer política municipal no solamente no ha conseguido recluirnos en el ámbito del desánimo o la resignación sino que ha generado el deseo de cambio, de transformación. Esa gente de la que el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Benavente no se ha preocupado ha empezado a pensar que es posible cambiar el rumbo de nuestra ciudad.
                  Ciertamente no entiendo cómo podían pensar que nos íbamos a conformar con nada. No va en el carácter de los hombres y mujeres de nuestra tierra, de Benavente, trabajadores, profesionales y comerciantes, agachar la cabeza y esperar a que pase el temporal. Tampoco está en nuestros genes el dejarnos gobernar como si no tuviésemos nada que decir en ello, como si no contásemos. Que no nos cuenten cuentos. ¡Claro que contamos! Porque no es baladí lo que nos jugamos, es el presente y el futuro. Y aquellos que están anclados en viejas políticas no pueden tener la mirada puesta en el horizonte. Esa vieja política, que no gestiona eficientemente los recursos públicos, que desconfía del progreso y es recelosa con los jóvenes, que es triste y no genera ilusión, tiene que tener sus días contados.
                  Eso está empezando a desmoronarse. Así lo he oído y así se lo cuento.

Juan Carlos López Domínguez
Candidato, independiente, por el P.S.O.E. a la alcaldía de Benavente
Profesor de Filosofía.

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